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Cambiar la puerta del armario

por BricoBlog
cambiar la puerta del armario

cambiar la puerta del armario¡Necesito ayuda para cambiar la puerta del armario!

Si tus armarios desentonan con la decoración de la habitación donde están situados o se encuentran algo deteriorados o anticuados, tan sólo sustituyendo su puerta puedes hacer que la estancia parezca otra distinta. ¡Personaliza el exterior del armario a tu gusto y verás la diferencia!

Cambiar las puertas de un armario permite que una estancia parezca diferente. Un lavado de cara que sin duda contribuirá a armonizar el ambiente y que constituye la solución ideal cuando tan sólo quieres dar a tu armario un aire diferente, personalizándolo a tu gusto.

Tienes a tu disposición diferentes posibilidades, desde poner unas puertas nuevas que tengan el mismo o diferente sistema de apertura, a pintar o forrar las que tienes, aunque si posees puertas abatibles también puedes ponerlas nuevas con bisagras, mientras que si son correderas tendrás que colocar los raíles y los marcos laterales para renovarlas.

Consejos de Mr. Repaexpress para cambiar la puerta del armario

Si deseas encargar las puertas de tu armario a medida deberás medir bien su alto y ancho. Tendrás que escoger los perfiles, eligiendo entre modelos más clásicos u otros más modernos, y entre diferentes colores, que pueden ir desde el blanco al roble, pasando por el cerezo o el aluminio, entre otros.

Los tableros de las puertas pueden ser de diferente grosor y el montaje puede ser liso o al estilo japonés, donde puedes combinar la madera con cristal o espejo, entre otras combinaciones. Podrás hacer tantas divisiones como desees, o bien combinar algunas hojas lisa con otras de estilo japonés. Por último, también podrás poner otros complementos, como frenos progresivos, lo que contribuye a hacer más duradera la puerta del armario.

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Cambiar la puerta del armario. Hazlo tú mismo

Si quieres conservar las puertas que tienes, puedes pintarlas o forrarlas con papel. Para ello tendrás que lijar bien toda la superficie y después quitarlas bien el polvo, antes de proceder a la limpieza o a la colocación del papel.

Lo mejor es que quites las puertas del armario y las coloques en horizontal para poder trabajar mejor. Si vas a lijar las puertas y tienes oportunidad, mejor que emplees una lijadora eléctrica, que te ahorrará mucho tiempo, ya que el lijado a mano es una tarea larga, tediosa y cansada.

A la hora de elegir la pintura, procura escoger una semejante a los muebles que vayas a instalar. Una vez hayas pintado las puertas dales una capa de barniz, para protegerlas durante más tiempo. Si, por el contrario, has elegido forrarlas con papel, procura elegir un papel resistente, que se pegue fácilmente con el material específico recomendado por el fabricante.

Otra posibilidad es cambiar las puertas del armario por otras. En este caso, lo más importante es tomar bien las medidas, ya que si no el trabajo realizado no habrá servido de nada. Si tenías instaladas unas puertas correderas, lo más fácil es cambiarlas por otras con un sistema idéntico de apertura, lo que también es aplicable a las puertas abatibles.

Si quieres sustituir unas puertas abatibles por otras, encarga a un centro especializado otras que te gusten de la misma medida, pero asegúrate que el sistema de bisagras sea el mismo o el más parecido. De esta manera, sólo tendrás que quitar las puertas y las bisagras antiguas e instalar las nuevas.

Para instalar unas puertas correderas sustituyendo a otras del mismo estilo hay que tener en cuenta las medias de los raíles superiores e inferiores, así como los marcos laterales.

Otro consejo para cambiar la puerta del armario

Si finalmente te animas también a cambiar el interior de tu armario, tienes la opción de personalizarlo en función del uso que le vayas a dar, de tu estilo de vida o de los objetos o prendas que necesites guardar en él.

Existen multitud de accesorios que puedes combinar, desde las sencillas baldas, fijas o extraíbles, a las cajoneras, pasando por zapateros o pantaloneros, entre otras opciones. Guardar algunas prendas u objetos en cajas es una opción muy recomendable si no vas a darlas un uso continuado. Puedes elegir un tamaño más o menos grande en función de lo que vayas a ordenar: juguetes de los niños, ropa de la pasada temporada, bolso, el vestuario de la próxima estación…

Las cajas las encontrarás en diferentes materiales: transparentes, translúcidos u opacos, con o sin tapa, apilables o no, con ruedas o con compartimentos. Reflexiona sobre qué es lo que más necesitas y no pongas límites a tu imaginación.

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