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La técnica del repujado en cuero

tecnica del repujado de cuero

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La técnica del repujado en cuero

El cuero es uno de los materiales que mayor utilidad ha tenido para la humanidad desde los orígenes, bien para uso personal o para confeccionar objetos útiles. Por tanto, al tener un origen tan remoto, la piel ha sido y es tratada de mil maneras diferentes para conseguir embellecerla, una de estas técnicas para conseguirlo es justamente la técnica del repujado.

INTRUDUCCIÓN

La técnica del repujado consiste en trabajar el cuero para darle formas y relieves, conseguir esas formas barrocas tan características de algunas marcas en sus bolsos de piel, aunque también encontramos esta técnica en metales u otros materiales. Es una técnica introducida por los árabes y de la que España por herencia musulmana es uno de los mayores referentes en el repujado, incluso siendo conocidas las pieles españolas como cordobanes.

El repujado es un trabajo realizado a mano que recurre a herramientas como los trazadores, modeladores o mateadores y que tiene varios pasos a seguir. Primero, se marca el diseño que queramos realzar en la piel con plastilina, una masa fácilmente moldeable, y se hace el mismo dibujo en una superficie dura como un cartón. Seguidamente se humedece la piel y se le comienza a dar volumen gracias a la masa que se encuentra debajo con el modelador. Terminado este proceso se fija otra masa especial para que no se pierda posteriormente.

Una vez acabado el trabajo del repujado, comienza el 2º paso: el policromado, que consiste en pintar el cuero, técnica que es más reciente que el primero. El policromado, por su parte, es una técnica con historia ya que en ciudades como Granada gozaba de tal secretismo por la competencia que había en dicha ciudad que no todos los aprendices llegaban a conocer la técnica. Pero esto, para no desviarnos del tema, lo dejaremos para otra publicación.

TÉCNICAS DE TRABAJO

Lo fundamental es crear un diseño sobre el papel sobre en el cual el autor de forma artística al modelo que se propone. La creación de este dibujo es la parte más importante y difícil de la obra a realizar. A continuación se calca este diseño a un papel vegetal y éste, a su vez se coloca sobre la piel, por la parte de la ‘flor’, mojada previamente con agua y esponja. Se procede así a su reporte por medio de un punzón o trazador, procurando mantener la piel mojada, en base a la peculiar cualidad del cuero que acepta toda suerte de señales en húmedo y perduran después de su secado.

Una vez reportado el dibujo puede comenzarse el labrado propiamente dicho sobre el cuero (siempre mojado), según la técnica deseada. Algunas de ellas las pasamos a definir brevemente:

Incisado: Se obtiene por medio de un incisador o cuchillo cuyo surco puede abrirse, con el buril abridor.

Modelado: Es un relieve que se consigue oprimiendo la piel con la espátula y que, aunque no sobrepasa de la superficie, produce planos de diversa aunque escasa profundidad. Para esto necesitamos una piel de gruesa carne.

Repujado: Es la más conocida de las técnicas del cuero y la que usamos en nuestro proceso productivo. Consiste en alcanzar un relieve superior al grosor de la piel, para lo cual se trabaja ésta no sólo por la parte de la flor, sino también por el dorso, empujando hacia arriba con el repujador de bola hasta obtener el relieve deseado.

Gofrado: Se trata, en realidad, de una labor común a varias técnicas usada como complemento ornamental del labrado principal, pero no como tal técnica en si misma. Su práctica se realiza con unos mateadores o ferretes de hierro que llevan en una de sus testas grabados pequeños dibujos geométricos, en relieve o en hueco, que al golpearlos por el lado opuesto dejan en la piel una huella poco profunda que embellece ciertas superficies lisas.

Mosaico: Es una decoración conseguida con fragmentos pequeños y diferentes de pieles de todas clases y colores, dando con ellos forma al diseño propuesto y ejecutándolo, generalmente por yuxtaposición a la manera clásica del mosaico romano.

Coloración: Dado que las pieles tienen una tonalidad muy clara, suelen colorearse para hacerlas más decorativas, bien totalmente en monocromo o en policromía con diversos tintes que aumentan su belleza. Estos se obtienen de sustancias químicas, como sulfato de hierro, postasa, sosa cáustica, ácido pícrico, o bien nogalina, anilinas y los más actuales tintes al alcohol, pinturas acrílicas y colores al óleo.

Metalizado: En los guadamecíes su principal característica y belleza consiste en la metalización de la superficie, una vez labrada, con hojas de plata o de oro que quedan adheridas indeleblemente a la flor de la piel por medio de un barniz mixtión especial. Éste debe hallarse en un grado desecativo que se llama ‘mordiente’ para lo que hay que esperar un determinado número de horas, según los casos. Después se procede al bruñido y ya sobre el metal se aplican colores al barniz, óleo o cera para obtener la pátina final.

TUTORIAL PASO A PASO

Ésta es la técnica que yo uso para hacer los dibujos a las piezas, sé que hay alguna más pero todavía no la he aprendido (tiempo al tiempo), espero que os sea útil:

Lo 1º que tenemos que hacer es elegir el dibujo que queremos y calcarlo en el papel cebolla.

A continuación mojamos la parte del cuero en la que va a ir el dibujo un poco, sin pasarse (si vemos que luego queda cerco o de distinto tono la parte del dibujo, lo que haremos será mojar la pieza entera para que quede del mismo tono) y ponemos el papel cebolla encima.

Con un buril de punta redonda fina vamos repasando todo el dibujo con cuidado de no movernos.

Después de repasarlo quedaría así:

Entonces con ese mismo buril lo que hacemos en volver a repasarlo directamente en el cuero una o dos veces o las que queramos, según la profundidad que le queramos dar.

Una vez hecho esto, humedecemos la parte de atrás ligeramente.

Y con un buril de punta redonda grande, que sea apropiada para el tamaño del dibujo, vamos repasando el dibujo por la parte de atrás para levantarlo.

Así queda por la parte de atrás:

Cuando veamos que está abombado (sin pasarse) entonces con el buril de pala lo que hacemos es repasar todo el contorno del dibujo, creando una sombra y el efecto de levantado, es decir, vamos levantando el dibujo y aplastamos lo que no nos interesa que esté abombado.

Por último con el Alkil le damos una ligera capa para que el dibujo quede fijado y no se baje y lo dejamos secar.

Y así quedaría el dibujo terminado:

Origen Video: Sergio Lara

Origen Artículo: CuereandoLeda honestyleMeryan.

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