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Hoy te traemos una original manualidad que, casi con toda seguridad, no habías visto antes. Se trata de hacer una vasija o jarrón mosaico, hecho íntegramente reciclando cáscaras de huevo y una botella de plástico.
Una manualidad que rebosa creatividad.
Para que quede realmente bonito y luzca en todo su esplendor, debes elegir una botella de plástico con una forma que se asemeje a una pequeña ánfora, como la de este artículo.
Como el pegado de materiales plásticos puede ser delicado si queremos obtener un resultado óptimo, debemos elegir un adhesivo especial para este tipo de materiales. Si es posible, elige uno que sea de color blanco, o incoloro.
Lo primero que debes hacer es eliminar todas las etiquetas y pegatinas que tenga la botella. Quita también el cuello roscado.
El proceso es muy simple:
Únicamente hay que romper las cáscaras de huevo, haciendo pequeños trozos del tamaño deseado e irlos pegando sobre la botella con el adhesivo.
Aquí te dejo una breve animación acelerada de cómo se va generando el mosaico.
Habrás observado que se han utilizado cáscaras de dos colores. Unas de color natural, y otras que se han coloreado en color naranja y negro. No obstante, puedes elegir las tonalidades que más te gusten.
Para ello, se han utilizado rotuladores permanentes. Como ves, un sistema muy sencillo, rápido y limpio. Nada de pinturas, ni procesos más complejos.
Una vez colocadas todas las cáscaras. Deja secar, por lo menos, el tiempo indicado en el envase del adhesivo.
Para finalizar puedes dar una mano de barniz con el acabo que desees: mate, satinado o con brillo. Esto ya es cuestión de gustos.
¿Qué te parece el jarrón de mosaico cerámico de imitación?
Fuente: Michele made me
No te lo pienses. Prueba a hacerlo, y nos cuentas cómo te ha ido.
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