La madera tiene en la carcoma, uno de sus enemigos más espantosos y horribles. La carcoma es un insecto perteneciente a la familia de los escarabajos (coleópteros) que se alimenta de madera (xilófago). Este tipo de plagas se caracterizan por la aparición en la superficie de la madera atacada, de unos pequeños agujeritos indetectables hasta que la carcoma sale a la superficie. Las larvas al masticar la madera producen un ruido muy característico, y dejan alrededor de los agujeros un polvillo que pondrá de manifiesto la existencia de este insecto.
Los efectos de la carcoma en la madera pueden ser devastadores, por lo que inmediatamente tendremos que proceder a la erradicación y extinción de esta plaga. La humedad favorece su desarrollo y la temperatura óptima para su tal fin está alrededor de los 23º centígrados, manifestando así que los daños se centren en sitios templados.
Durante la mayor parte de su vida la larva profundiza galerías por dentro de la madera y en su última etapa se transforma en coleóptero. Puede depositar sus huevos en otros lugares, ampliando la plaga. Estos eclosionarán y las diminutas larvas accederán al interior de la madera por las fisuras que encuentren.
Para eliminar la carcoma, tendremos que decapar la madera afectada eliminando todo el recubrimiento, ya sea pintura o barniz, etc. Con una brocha, iremos empapando la madera. El líquido insecticida tiene que ir penetrando por los poros hasta las vetas más profundas del material.
A continuación, con una jeringuilla provista de una aguja larga preferiblemente, inyectaremos líquido en cada uno de los agujeros, lo haremos en todas las galerías. Proseguiremos envolviendo el mueble en un plástico que sellaremos. Después, cerraremos la bolsa doblando el plástico y sellándolo aplicando calor.
Tener una plaga de carcomas puede representar, con el tiempo un auténtico problema ya que se traspasa con facilidad al resto de la madera. Por ello, es muy recomendable la realización de tratamientos contra la carcoma por parte de profesionales en la materia del control de plagas, antes de que los efectos de la carcoma en toda la vivienda sean irreparables.